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Interior Design 

Llueve… Y la lluvia se convierte en una prodigiosa escusa para mirar el cielo y ver lo que cae de él…

Llueve y en esta oportunidad una sorpresa se avecina a nuestra inquietante mirada. Esa llovizna se convierte en caudales de colores, que poco a poco se van posando sobre el lienzo de Héctor Urdaneta. Son como serpentinas que despiertan alegría y admiración.

El agua ya no es agua, son acrílicos, son óleos, son esos materiales que susurran al pincel del artista barquisimetano, para poder crear una travesura visual que de inmediato cautiva.

Son líneas que un día la imperfección las tomó de improvisto y se refugiaron en este albergue donde las formas se dan cita, en un abstraccionismo geométrico que juega en la superficie, hasta hacernos entender la belleza de un dibujo sencillo e impecable.

Héctor Urdaneta convoca al artista que nació y se forjó, y que ha ido evolucionando a través de las técnicas, de la experiencia y de la investigación. Pero también invita al arquitecto que se está formando, es por ello que su musa favorita son esas ciudades las cuales se renuevan y nos recuerdan lo importante de un Monde parallèle, ese mismo mundo paralelo construido en sueños y en la posibilidad concreta de una conciencia ambientalista.

En el Monde parallèle de Urdaneta los ladrillos y los hormigones se unen y elevan la estructura, pero esta vez en base a la composición de formas, de tonos realmente llamativos. El sol en el lienzo del larense puede ser azul o violeta y alumbra con la misma calidez esos edificios que se desprenden de la tierra para dejarla florecer.

Es una perspectiva urbana que late al ritmo del pincel de Héctor Urdaneta y que consigue hacer poesía, canción y plegaria, que se adhiere a la epidermis de los sentidos y de la imaginación impresa en arte y emoción.

 

 

 

Monde parallèle

La perspectiva urbana que late al ritmo del pincel de Héctor Urdanetar.” 

Por: Adriana Ciccaglione
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